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Se Recomienda Monitorizar las Variables Metabólicas ante la Administración de los Nuevos Antipsicóticos Atípicos

  • TITULO : Se Recomienda Monitorizar las Variables Metabólicas ante la Administración de los Nuevos Antipsicóticos Atípicos
  • AUTOR : De Hert M, Yu W, Correll CU y colaboradores
  • TITULO ORIGINAL : Body Weight and Metabolic Adverse Effects of Asenapine, Iloperidone, Lurasidone and Paliperidone in the Treatment of Schizophrenia and Bipolar Disorder: A Systematic Review and Exploratory Meta-Analysis
  • CITA : CNS Drugs 26(9):733-759, Sep 2012

Introducción y objetivos

Los antipsicóticos atípicos tienen un perfil diferente en comparación con los antipsicóticos atípicos, ya que su administración se asocia con riesgo inferior de síntomas extrapiramidales y un nivel mayor de eficacia para prevenir los síntomas extrapiramidales y depresivos. No obstante, los efectos adversos metabólicos y cardiovasculares de los antipsicóticos atípicos son motivo de preocupación e incluyen el aumento ponderal y la afectación del perfil glucídico y lipídico. Estos efectos adversos aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular. Los pacientes con mayor riesgo de tener estos efectos son los que presentan un primer episodio de esquizofrenia o no poseen antecedentes de tratamiento con antipsicóticos, los niños y los adolescentes. Si bien existe un riesgo metabólico asociado con el tratamiento con antipsicóticos atípicos en general, cada agente tiene un perfil de efectos adversos particular. A esto se suma la variabilidad interindividual y la influencia de factores personales, familiares o genéticos.

La creación de antipsicóticos nuevos tuvo el objetivo de contar con drogas eficaces pero mejor toleradas en comparación con los antipsicóticos atípicos disponibles, especialmente en cuanto al riesgo cardiovascular asociado con su administración. Estos nuevos antipsicóticos incluyen la iloperidona, la asenapina y la lurasidona y fueron empleados para el tratamiento agudo de los adultos con esquizofrenia. Además, la asenapina se encuentra aprobada para la terapia de mantenimiento de los pacientes esquizofrénicos y para el tratamiento de los pacientes bipolares.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar los efectos de la iloperidona, la asenapina, la lurasidona y la paliperidona sobre el peso corporal y el perfil metabólico.

 

Métodos

Se llevó a cabo una búsqueda sistemática de estudios clínicos aleatorizados y controlados mediante el empleo de las bases de datos Cochrane Central Register of Controlled Trials, Medline, Cinahl y Embase, entre otras fuentes. Sólo se incluyeron estudios realizados en pacientes esquizofrénicos o bipolares. La búsqueda resultó en la identificación de 159 artículos de relevancia potencial.

 

Resultados

Peso corporal

La administración de asenapina se asoció de manera estadísticamente significativa con una proporción mayor de pacientes que presentaron un aumento ponderal mayor o igual al 7% en comparación con el placebo, tanto en los estudios a corto plazo como en aquellos a largo plazo. Asimismo, el aumento de peso inducido por la asenapina fue significativamente superior en comparación con lo observado ante la administración de placebo. De hecho, la asenapina se asoció con el mayor aumento ponderal luego de la iloperidona. El aumento de peso inducido por la iloperidona fue estadísticamente superior en comparación con lo observado al administrar placebo. La lurasidona no se asoció con una frecuencia significativamente superior de aumento ponderal significativo en comparación con el placebo, aunque el incremento de peso inducido por esta droga fue mayor en comparación con el placebo. Además, la lurasidona generó un aumento ponderal a corto plazo significativamente inferior en comparación con la paliperidona y la iloperidona.

Puede sugerirse que la lurasidona genera un aumento de peso estadísticamente significativo a corto plazo, aunque en estudios a largo plazo el tratamiento con la droga se asoció con disminución ponderal. La administración de paliperidona se asoció con riesgo de aumento ponderal mayor o igual al 7%, estadísticamente significativo. Este aumento fue significativamente superior en comparación con lo observado ante la administración de placebo tanto a corto como a largo plazo.

Perfil lipídico

La administración de lurasidona o paliperidona se asoció con un efecto neutral o una disminución del nivel de colesterol total en comparación con el empleo de placebo. Estas drogas tampoco modificaron significativamente el nivel de colesterol asociado con lipoproteínas de alta (HDLc) y de baja densidad (LDLc). La asenapina aumentó el nivel de colesterol total en forma significativa durante su administración a largo plazo. La evaluación conjunta de los cambios del nivel de colesterol indicó que la asenapina generó una disminución significativa del nivel de colesterol total que fue irrelevante desde el punto de vista clínico. La asenapina aumentó el nivel de HDLc en estudios a corto plazo y lo disminuyó en ensayos a largo plazo. Esta disminución a largo plazo también se verificó al considerar el nivel del LDLc en pacientes tratados con asenapina.

La iloperidona provocó un aumento significativo del nivel del colesterol total, el HDLc y el LDLc. En cuanto a la lurasidona, su administración a corto plazo se asoció con un aumento significativo del nivel del HDLc. El análisis conjunto de los datos disponibles indicó que la administración de lurasidona se asoció con una disminución significativa de los niveles de colesterol total y HDLc a corto plazo. La paliperidona no aumentó en forma significativa el nivel de colesterol total, HDLc o LDLc a corto o largo plazo. El análisis conjunto de la información indicó una disminución de los niveles de colesterol total a corto plazo y un aumento de estos niveles a largo plazo. La administración de paliperidona se asoció con un aumento significativo del nivel de HDLc a corto plazo y a largo plazo, en tanto que los niveles de LDLc disminuyeron significativamente a corto y a largo plazo.

Con excepción de la paliperidona, el nivel de triglicéridos no difirió significativamente entre el tratamiento con antipsicóticos y la administración de placebo. La asenapina y la lurasidona disminuyeron los niveles de triglicéridos, en tanto que la paliperidona se asoció con un aumento significativo del nivel de triglicéridos a corto plazo y con una disminución significativa de este nivel a largo plazo. De todos modos, las modificaciones mencionadas no resultaron significativas desde el punto de vista clínico. El análisis conjunto de los valores hallados permitió apreciar una disminución significativa del nivel de triglicéridos ante la administración de paliperidona a corto plazo.

Perfil glucídico

El tratamiento a corto plazo con asenapina se asoció con una disminución significativa del nivel de glucosa, en tanto que el tratamiento a largo plazo no aumentó significativamente este nivel. El análisis conjunto de los cambios del nivel de glucosa ante la administración de asenapina indicó un aumento significativo a largo plazo, aunque éste no puede considerarse significativo desde el punto de vista clínico. La administración de iloperidona se asoció con un aumento significativo del nivel de glucosa a corto plazo que no fue clínicamente significativo. La lurasidona no afectó los niveles de glucosa en forma significativa. Si bien la paliperidona no modificó significativamente los niveles de glucosa a corto plazo, su administración a largo plazo se asoció con un aumento significativo de estos niveles. El análisis conjunto de los datos disponibles indicó una asociación entre el tratamiento con paliperidona y el aumento significativo de los niveles de glucosa a corto y a largo plazo.

 

Discusión

Existen diferencias significativas entre los antipsicóticos en cuanto al riesgo de aumento ponderal y trastornos metabólicos asociado con su administración. Los antipsicóticos atípicos que mayor riesgo metabólico generan son la olanzapina y la clozapina. Luego se ubican la quetiapina, el sertindol y la risperidona, la amisulpirida y, en último lugar, el aripiprazol y la ziprasidona. Hasta el momento no se cuenta con información suficiente sobre la seguridad metabólica de los nuevos antipsicóticos atípicos. Es necesario contar con estudios controlados y a largo plazo que permitan obtener información al respecto. No obstante, puede sugerirse que tanto los pacientes sin antecedentes de tratamiento antipsicótico como los niños y los adolescentes presentan un riesgo cardiovascular y metabólico especialmente elevado.

Los resultados obtenidos permiten indicar que la administración de los antipsicóticos atípicos más nuevos se asocia con cierto nivel de aumento ponderal pero no genera modificaciones significativas del nivel de colesterol, triglicéridos y glucosa tanto a corto como a largo plazo. De todos modos, debe tenerse en cuenta que cada uno de los antipsicóticos tiene un perfil particular de efectos adversos metabólicos. Si bien algunos de los nuevos antipsicóticos generaron un aumento ponderal significativamente superior en comparación con el placebo, este aumento fue bajo en comparación con lo observado ante la administración de los antipsicóticos atípicos más antiguos, con excepción del aripiprazol, la amisulpirida y la ziprasidona.

En general se acepta que la paliperidona tiene un perfil de efectos adversos similar en comparación con la risperidona. No obstante, los resultados obtenidos indicaron que el perfil de efectos adversos de la paliperidona es más benigno. Es importante considerar que los estudios evaluados no fueron de comparación directa entre estas drogas y que la dosis de paliperidona empleada fue baja en comparación con la administrada en la práctica clínica. De todos modos, el tratamiento con dosis bajas no elimina el riesgo metabólico de las drogas y el efecto metabólico de la paliperidona dependería de la dosis administrada.

Se desconocen los mecanismos involucrados en la aparición de aumento ponderal y trastornos metabólicos ante la administración de antipsicóticos atípicos. No obstante, se sugirió la importancia del antagonismo de los receptores serotoninérgicos 5-HT2C y 5-HT2A, histaminérgicos H1 y dopaminérgicos D3. Es importante evaluar los marcadores genéticos asociados con el aumento ponderal inducido por los antipsicóticos atípicos.

En cuanto a la homeostasis glucídica, se informó la importancia de la afinidad por los receptores muscarínicos M2 y M3. Tanto la paliperidona como la iloperidona, la lurasidona y la asenapina carecen de afinidad significativa por estos receptores, lo cual coincide con la ausencia de efectos clínicamente significativos sobre el perfil glucídico. Es necesario contar con estudios adicionales a largo plazo que permitan evaluar las consecuencias metabólicas del tratamiento en forma más apropiada. Asimismo, se necesitan estudios apropiados para conocer los mecanismos responsables de la aparición de trastornos metabólicos con el fin de crear drogas seguras y diseñar tratamientos apropiados para cada paciente.

Entre las limitaciones del presente análisis se destaca la inclusión de una cantidad escasa de estudios, la obtención de información a partir de resúmenes y estudios no publicados y la ausencia de información a largo plazo. Tampoco se contó con información suficiente para comparar los efectos de las drogas en presencia de esquizofrenia o trastorno bipolar. Por último, el nivel de heterogeneidad de algunos de los resultados obtenidos fue notorio. La realización de estudios de comparación directa permitirá conocer las similitudes y las diferencias entre los nuevos antipsicóticos atípicos en términos del perfil de efectos adversos metabólicos.

 

Conclusión

El perfil de riesgo metabólico de los nuevos antipsicóticos atípicos sería favorable en comparación con los demás antipsicóticos atípicos. La lurasidona parece tener un perfil similar al aripiprazol, la amisulpirida y la ziprasidona. La iloperidona y la paliperidona parecen asociarse con un riesgo intermedio de aumento ponderal. Este riesgo sería similar al observado ante la administración de risperidona y quetiapina. En cuanto al riesgo metabólico de la iloperidona y la paliperidona, se halló una similitud frente a la risperidona. Es necesario contar con estudios adicionales al respecto. De todos modos, se recomienda monitorizar el peso corporal y las variables metabólicas ante la administración de los nuevos antipsicóticos atípicos, especialmente al ser empleados en pacientes vulnerables como los niños, los adolescentes y los que cursan un primer episodio de la enfermedad.

Especialidad: Bibliografía - Psiquiatría

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