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Síndrome Metabólico y Riesgo de Eventos Cardiovasculares luego del Infarto de Miocardio
- AUTOR : Levantesi G, Macchia A, Marfisi R y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Metabolic Syndrome and Risk of Cardiovascular Events after Myocardial Infarction
- CITA : Journal of the American College of Cardiology 46(2):277-283, Jul 2005
- MICRO : En pacientes con infarto de miocardio, el síndrome metabólico y la diabetes fueron altamente prevalentes y estuvieron asociados con incremento del riesgo de muerte y eventos cardiovasculares.
Introducción
Si bien la diabetes tipo 2 (DBT) es un factor de riesgo aceptado de mortalidad y morbilidad cardiovascular (CV), las personas con anormalidades del metabolismo de la glucosa también tienen mayor riesgo CV a pesar de que los niveles de glucosa sean considerados normales. Este proceso se caracteriza por una progresiva resistencia a la insulina. El síndrome metabólico (SM) se define por la asociación de factores de riesgo relacionados con la resistencia a la insulina y se considera un indicador temprano del deterioro del metabolismo de la glucosa.
Debido a la disponibilidad de información con relación al papel pronóstico del SM en pacientes con infarto de miocardio (IAM ) previo, los autores analizaron la base de datos del GISSI-Prevenzione Trial para establecer la prevalencia de SM y DBT como también su asociación con eventos cardiovasculares luego de IAM .
Material y métodos
En el GISSI-Prevenzione Trial participaron 11 323 pacientes con IAM reciente (< 3 meses, con un promedio de 16 días), con un seguimiento de 3.5 años para valorar la eficacia de los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina E. Se registraron los datos clínicos, de laboratorio e instrumental al ingreso y a los 6, 12, 18, 30 y 42 meses.
Se tomaron en cuenta en este estudio: la aparición de DBT en pacientes que no la padecían al ingreso, todas las causas de mortalidad, la frecuencia acumulativa de eventos cardiovasculares (muerte CV, IAM no fatal y accidente cerebrovascular no fatal) y aparición de insuficiencia cardíaca congestiva (ICC) en el seguimiento de pacientes sin falla cardíaca en el momento del ingreso.
La estimación de la mortalidad total y los eventos CV se efectuó en 10 383 sujetos; además se excluyeron 2 916 pacientes para el análisis de la aparición de DBT, y los datos referentes a ICC se tomaron en 8 417 individuos.
Los autores también evaluaron los efectos del cambio en el peso sobre el riesgo de eventos CV y de aparición de DBT.
En este estudio se diagnosticó SM cuando los participantes cunplían 3 de los siguientes criterios: adiposidad visceral (índice de masa corporal [IMC] > 26), hipertrigliceridemia (triglicéridos >150), niveles de colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad disminuidos (menos de 40 en hombres y de 50 en mujeres), hipertensión arterial (presión sistólica > 130 mm Hg o diastólica > 85 mm Hg o tratamiento antihipertensivo o historia de hipertensión arterial) y alteraciones de la glucemia en ayunas (> 110 mg/dl y < 126 mg/dl). Se diagnosticó DBT si había glucemia en ayunas > 126 mg/dl, o los pacientes recibían tratamiento hipoglucemiante o en caso de historia de DBT.
Resultados
Del total de 10 384 pacientes, el 20.6% padecía DBT y el 29.3% SM. En comparación con el grupo control y con los que padecían SM, el grupo de sujetos con DBT tenía mayor probabilidad de ser de mayor edad, de pertenecer al sexo femenino y de presentar mayor prevalencia de enfermedad arterial periférica e IAM antes del ingreso al estudio. Este grupo también presentaba mayor deterioro de la función del ventrículo izquierdo con prevalencia superior de clase funcional II. Los pacientes diabéticos recibían más a menudo inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y menos aspirina y beta bloqueantes. En cambio, los sujetos normales y los del grupo con SM eran más semejantes, con mayor prevalencia de mujeres y de utilización de beta bloqueantes, IECA y aspirina en este último.
En el seguimiento y al compararlos con el grupo control, los pacientes con diabetes y los que padecían SM tuvieron más probabilidad de muerte y de eventos CV. Los que presentaban DBT tuvieron mayor frecuencia de internación por ICC, no así el grupo con SM.
Además de existir una probabilidad mayor del doble de aparición de DBT para los pacientes con SM, ésta resultaba mayor según aumentaba el número de criterios de SM. En comparación con sujetos con 3 criterios, el riesgo de aparición de DBT fue 60% y 273% mayor en pacientes con 4 y 5 criterios, respectivamente.
Los pacientes con diabetes con menos de 3 criterios de SM tuvieron mayor riesgo de muerte en comparación con el grupo de sujetos con SM con 4 o 5 criterios, pero no hubo diferencias entre estos 2 grupos respecto del riesgo de eventos CV.
En un análisis de subgrupos, entre los pacientes con SM las mujeres tuvieron mayor riesgo de padecer DBT, de mortalidad y de eventos CV en comparación con los hombres, aunque las diferencias no fueron estadísticamente significativas. En comparación con los hombres, las mujeres con diabetes presentaron mayor riesgo de muerte y eventos CV, lo cual sí tuvo significación estadística.
El aumento del peso en los primeros 6 meses tuvo un impacto significativo en la aparición de DBT y esto se relacionó estrechamente con la cantidad de kilos aumentados. En los pacientes que perdieron peso se redujo el riesgo de padecer DBT, en forma más pronunciada en aquellos en quienes el descenso fue mayor.
Las variaciones en el peso durante los primeros 6 meses del seguimiento no mostraron ninguna relación con el riesgo de eventos CV.
Discusión
Los principales resultados de este estudio señalaron: 1) en los pacientes que padecieron un IAM dentro de los 3 meses previos, la resistencia a la insulina fue un dato frecuente, debido a que el 50% de ellos presentó DBT o SM; 2) ambas condiciones se asociaron en forma desfavorable con el pronóstico respecto de todas las causas de mortalidad y eventos CV; 3) los pacientes con DBT tuvieron un incremento en el riesgo de internación por ICC; 4) el SM fue un potente predictor de aparición de DBT y esta asociación se relacionó con el número de componentes del síndrome; y 5) el riesgo de aparición de DBT disminuyó o aumentó proporcionalmente con la disminución o el aumento del peso.
Los autores mencionan que dada su alta prevalencia y su pronóstico desfavorable, el SM no debe ser subestimado. Además, puesto que el número de componentes del SM presentes se relaciona con la aparición de DBT, los niveles de insulina y de resistencia a ésta estarían asociados con un aumento progresivo del riesgo.
El diagnóstico de SM se asoció con un mayor riesgo de eventos CV que en el grupo control y uno menor que en el grupo con DBT. El riesgo de muerte del grupo con SM estuvo fundamentalmente asociado con el desarrollo de DBT. Por el contrario, los pacientes controles y aquellos con SM que no se tornaron diabéticos a lo largo del primer año de seguimiento tuvieron un riesgo similar de mortalidad. Los autores mencionan que el SM se encuentra, de alguna manera, intermedio entre los sujetos normales y los pacientes diabéticos.
Debido a la más estrecha relación de las complicaciones macrovasculares con la hiperinsulinemia que con la hiperglucemia, el SM puede ser un indicador temprano de riesgo vascular incrementado, mientras que la DBT puede ser considerada la última etapa de un fenómeno crónico y progresivo que involucra el aumento de la insulinorresistencia. Según los autores, estos resultados avalan la utilidad del diagnóstico de SM y DBT para identificar sujetos que presenten mayor riesgo de eventos de importancia, los cuales podrían beneficiarse con el tratamiento farmacológico para disminuir el colesterol unido a las lipoproteínas de baja densidad.
Por último, los pacientes con diabetes indicaron mayor riesgo de hospitalización por IC, hecho que no se observó en el grupo con SM.
Especialidad: Bibliografía - Cardiología