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Vivir en una Zona de Elevado Tránsito Podría Incrementar el Riesgo de Asma en Adultos
- AUTOR : Modig L, Järvholm B, Rönnmark E y colaboradores
- TITULO ORIGINAL : Vehicle Exhaust Exposure in an Incident Case-Control Study of Adult Asthma
- CITA : European Respiratory Journal 28(1):75-81, Jul 2006
- MICRO : La exposición a los gases de escape de los vehículos podría elevar levemente el riesgo de aparición de asma en los adultos. En cambio, el dióxido de nitrógeno sólo tendría mayor importancia en pacientes atópicos. La relación entre el tránsito vehicular y la concentración de dióxido de nitrógeno en el ambiente, sin embargo, parece ser inferior a la esperada.
Introducción
En los últimos años se ha producido un aumento en la prevalencia de asma en todo el mundo y se ha probado que la incidencia de la enfermedad es mayor en los niños. El antecedente familiar y la sensibilización alérgica son factores conocidos de riesgo de aparición de asma.
Diversos estudios evaluaron la relación entre la polución ambiental y las enfermedades respiratorias; algunos de ellos, esencialmente los realizados en la población pediátrica, indicaron una mayor frecuencia de sibilancias, rinitis y de otros síntomas respiratorios en relación con la mayor exposición a los gases de escape de los vehículos.
Sin embargo, pocos trabajos encontraron que la polución ambiental represente una causa de asma; por ejemplo, una investigación japonesa en niños halló una asociación significativa entre la concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) y la incidencia de asma. Por su parte, un trabajo del Reino Unido mostró que, en Birmingham, los niños de hasta 5 años con asma residen más habitualmente en zonas con tránsito intenso. En cambio, los resultados de un estudio efectuado en San Diego (EE.UU.) sugieren una débil asociación, en tanto que una investigación en Londres no encontró ninguna.
En los adultos, la relación fue aun menos estudiada. En una investigación japonesa se encontró una mayor prevalencia de síntomas respiratorios en las mujeres que vivían cerca de rutas muy transitadas; lo mismo ocurrió sucedió en un trabajo en adultos realizado en Suiza. Asimismo, en adultos no fumadores residentes en California se constató que la exposición prolongada al ozono elevaba el riesgo de aparición de asma. No existen dudas, a juzgar por los resultados de numerosos estudios, que la exposición a contaminantes origina efectos adversos en las vías aéreas, pero sólo unos pocos trabajos analizaron puntualmente la relación entre la polución ambiental asociada con el tránsito vehicular y la incidencia de asma en adultos. En este estudio se analizóa la asociación entre estos elementos en sujetos adultos sin diagnóstico previo de asma.
El NO2 es un indicador de los gases de escape vehicular utilizado habitualmente; la relación entre el NO2 y el tránsito se estableció en estudios anteriores. En este trabajo se investigóa si la exposición a la contaminación ambiental asociada al tránsito de vehículos en las cercanías domiciliarias, medida por la densidad vehicular y por la concentración de NO2, se acompaña de mayor riesgo de asma en adultos. También se comparóa la utilidad de ambos elementos de medición y se estudióa la influencia de la residencia -urbana o rural- como factor predictivo de asma en personas adultas cuando se efectúa el ajuste según la polución ambiental.
Métodos
El estudio de casos y controles se llevó a cabo en Lulea (Suecia)., una ciudad de alrededor de aproximadamente 71 000 habitantes ubicada al norte del país, con un municipio que abarca alrededor de 2 100 km2.
Los participantes fueron sujetos de 20 a 60 años residentes en la región; entre 1995 y 1999 se tomó nota de todos los nuevos casos de asma a partir de los centros de atención primaria y de los hospitales locales, clínicas privadas y centros de medicina ocupacional que comunican sus registros al proyecto Obstructive Lung Disease in Northern Sweden (OLIN). Cada caso se estudió en profundidad antes de su inclusión en la investigación con la finalidad de verificar el inicio del asma en el transcurso de los 12 meses previos. Además, los participantes tenían que cumplir al menos cuatro 4 de los siguientes criterios para ser incluidos: debían referir ataques o dificultad para respirar; sibilancias; ausencia de síntomas entre los episodios; por lo menos dos 2 factores desencadenantes (sin considerar el resfrío común y el ejercicio), y por lo menos dos 2 crisis desde el inicio de los síntomas. Por cada caso se incluyó un control comparable similar en edad y sexo, sin diagnóstico de asma.
Se determinaron los niveles externos de NO2 durante una semana, los mismos para el caso y el control. Para las mediciones se utilizó un captador de disco de Willems que se colocó a 2.5 m de altura y 0.5 m de la fachada de la casa menos expuesta al tráfico. En virtud de Debido a que la concentración de NO2 en esta región, por emisión y dispersión, varía con la temperatura, las mediciones se realizaron a diferentes temperaturas y todas las concentraciones medidas se estandarizaron de manera tal que correspondieran a la temperatura anual promedio en el área en estudio.
La vivienda de los participantes se graficó en un mapa mediante un registro oficial de tierras. La red caminera (aportada por la Swedish Road Administration) se incorporó al mapa y para cada hogar se trazó un radio de 200 m para el cual se calculó el flujo vehicular promedio (número de vehículos/24 horas en días de semana) para cada una de las rutas que atravesaban la zona. Para las casas en las que fue imposible calcularlo se asumió un flujo de 100 vehículos/día.
Un inspector clasificó los hogares en cuatro 4 categorías según el grado de urbanización: rural, área residencial, zona de departamentos y zona céntrica. En el análisis, para los casos y los controles todas las residencias, menos la rural, se consideraron urbanas.
Resultados
Se incluyeron 203 casos y otros tantos controles, con una edad promedio de 36 años. Los casos fueron 123 mujeres y 80 hombres. El 25% de los casos y el 23% de los controles fumaban. Se obtuvo información sobre los niveles de NO2 ajustados por la temperatura en el exterior de las viviendas de 138 casos y de 136 controles, los cuales, desde la perspectiva europea, se consideraron bajos (2.5 a 30 µg/mm3). Alrededor dAproximadamente el 95% de los participantes tenían una dirección geográficamente codificada: el 47% de los controles y el 51% de los casos vivían en áreas sin información acerca del flujo de tránsito. La clasificación del grado de urbanización fue posible en 197 casos y en 193 controles.
La correlación entre el flujo de tránsito vehicular en los alrededores de la vivienda y la concentración medida de NO2 fue bastante baja (r= 0.38). El mayor flujo vehicular se asoció con un riesgo más alto de asma, pero el incremento no fue significativo. El análisis mostró los mismos resultados al considerar a todos los participantes o cuando sólo se incluyeron aquellos que llevaban más de 2 años en la zona. No hubo indicios de que la concentración elevada de NO2 fuese un factor de riesgo de aparición de asma (odds ratio, OR de 1.1). En el modelo de regresión logística, sin embargo, la presencia de pruebas cutáneas positivas representó un fuerte factor de modificación en esta asociación, de manera tal que en un análisis posterior se evaluaron separadamente los enfermos con pruebas cutáneas positivas y los pacientes sin sensibilización alérgica.
En este modelo, los niveles de NO2 estuvieron marginalmente asociados con el riesgo de aparición de asma entre los sujetos con pruebas cutáneas positivas (OR de 1.2). También se constató un mayor riesgo de enfermedad respiratoria en las áreas rurales, aunque no significativo.
Discusión
Los hallazgos de esta investigación indican que los gases de escape (calculados a partir del flujo vehicular en los alrededores de las viviendas) aumentan en forma no significativa el riesgo de aparición de asma. No obstante, en términos de la concentración de NO2 no hubo indicios de una relación directa cuando se analizaron los datos globalmente. Cabe destacar, sin embargo, que la mayoría de los participantes habían vivido menos de 2 años en la región. Entre los que llevaban más de 2 años en la zona y que presentaban pruebas cutáneas positivas se observó que los niveles altos de NO2 fuera del hogar aumentaban sustancialmente el riesgo de aparición de asma.
Un hecho que llamó la atención de los autores fue que la residencia en zonas rurales se asoció con una tendencia a mayor riesgo de asma, luego del control según la polución. Este resultado es opuesto al obtenido en trabajos previos que sugirieron que el estilo de vida rural en cierta forma protege contra la aparición de asma, fundamentalmente cuando se vive en una granja o en sus cercanías. No obstante, los estudios en este sentido todavía no son concluyentes.
Finalmente, señalan los autores, en este estudio el tránsito vehicular fue la principal fuente de dióxido de nitrógeno; sin embargo, en trabajos previos se discutió el uso de los indicadores de exposición geográfica y se destacó la necesidad de aplicar otras mediciones complementarias. Las investigaciones futuras en este sentido serán, indudablemente, de gran ayuda.
Especialidad: Alergia - Bibliografía - Neumonología